Normalmente escribimos los post entre Luis y yo, pero hoy voy a escribir este post de modo personal.
Esta semana los post de los dos blog van a ser personales. Sabemos que hacemos velas, pero nuestra intención no es sólo la de vender, es la acercarnos a la gente que quiera estar a nuestro lado y compartir todo lo que somos.
Como decía antes, este blog es de velas y de bodas, pero sobre todo de amor. Y de amor os quiero hablar hoy.
Ayer fue nuestro aniversarío, siete años ya... Qué rápido pasa el tiempo. Parece que fué ayer cuando todo este cuento empezó. No tengo palabras para expresar la suerte que he tenido de que Luis se cruzará en mi camino. Tengo a mi lado a una persona maravillosa.
Nuestra historía empezó como si de una peli romántica se tratara: los dos ya éramos amigos, nos conocimos haciendo teatro un año y pico antes. Entonces yo decidí embarcarme en una aventura (me fui a Londres a buscarme la vida con una amiga, aventura que no salió muy bien, jajaja. Otro día os la cuento), y eso nos abrió los ojos.
Siempre recordaré cómo empezamos, como la película de amor más bonita que he visto nunca: yo esperándole en la estación del tren, con un tembleque por los nervios, el tren que se retrasaba... y, de repente, ahí estaba; después de estar durante casi dos meses hablando por e-mail y teléfono, ¡¡ahi estaba!! Desde ese momento todo fue muy rápido, enseguida estabamos viviendo juntos, pero supongo que por esa amistad y confianza que ya teníamos todo ha sido muy fácil.
En estos años siempre hemos dado prioridad a nuestro amor, nuestros bichitos, nuestra familia...
Ayer hizó siete años de nuestro primer beso en Victoría Station y me parece mentira, ya que con él todo el tiempo es poco.
No os entretengo mucho más, sólo me apetecía compartir con vosotros algo tan especial para nosotros, y que sepáis que detras de este blog hay mucho amor, mucho amor por lo que hacemos y mucho amor entre nosotros.
Un beso. Nos vemos pronto.