¡¡Hola!!
Por fin ha llegado el día de presentar el nuevo producto, y la verdad es que nos morimos de ganas por enseñártelo. Hemos estado avisando que íbamos a traer la magia para que la tuvieras en casa y, como toda historia de fantasía que se precie, te lo vamos a contar con un cuento.
"Érase una vez una niña a la que sus padres le contaban historias maravillosas sobre gnomos, duendes, brujas buenas, dormilones e incluso extraterrestres. Ella disfrutaba con cada una de ellas y siempre estaba esperando el momento de escuchar un nueva.
Por las noches, antes de dormir, repasaba los personajes y se imaginaba viviendo en esos mundos que sus padres le contaban. La verdad es que no le gustaba dormir a oscuras; no porque tuviera miedo, simplemente no le gustaba. Así que cerraba los ojos y hablaba con los personajes de los cuentos para que un día la llevaran a conocer su mundo.
Cuál fue su suerte, que un día su deseo se hizo realidad. Ella no sabría contar como ocurrió, pero una noche, al cerrar los ojos, las hadas vinieron a buscarla y le enseñaron su mundo.
Ella estaba impresionada viendo todo aquello: la naturaleza se veía más bonita que nunca, todo era verde, con enormes ríos que llevaban agua limpia, los árboles eran enormes y el cielo estaba cubierto de estrellas. Había muchos animales y la verdad es que todos los personajes de los cuentos que sus padres le contaban convivían en aquel lugar y lo compartían en paz y armonía.
Cuando la niña despertó a la mañana siguiente, supo que su vida nunca más sería la misma, y que querría volver a ese lugar siempre que pudiera. Y así lo hizo durante muchas noches. A veces escuchaba a sus gatos jugar y ronronear, y sabía que eso significaba que las hadas habían vuelto para llevarle un ratito a su mundo de fantasía.
Según la niña iba creciendo, cada vez visitaba menos aquel precioso lugar. Estaba preocupada por otras cosas y se olvidaba cerrar los ojos fuerte y pedir que vinieran a buscarla. Y poco a poco dejo de hacerlo.
Cuando la niña pasó a ser una mujer, empezó a memorizar los cuentos que sus padres le contaban de pequeña, con la ilusión de que no quedaran en el olvido y, algún día, poder contárselos a sus hijos. Y mientras hacía este ejercicio, empezó a recordar que ella una vez estuvo en un mundo de fantasía.
Aunque ya era una mujer, seguía sin gustarle dormir a oscuras; no porque tuviera miedo, simplemente no le gustaba. Así que una noche cerró los ojos fuerte y empezó a pedirle a los personajes de los cuentos que vinieran a buscarla, y entonces escuchó a sus gatos jugar, y ella sabía que las hadas habían vuelto a buscarla.
Pudo comprobar que el mundo de fantasía seguía igual de bonito que siempre, y entonces tuvo una idea: hacer un trato con las hadas. Les pidió que protegieran sus sueños y llenarán la habitación de magia y ella, a cambio, se encargaría de que todo el mundo supiera que el mundo de fantasía es real y se encargaría de que estos maravillosos seres nunca queden en el olvido."
Los tratos con las hadas no se pueden romper, y por eso, hoy hemos traído un poquito del mundo de fantasía porque, a partir de ahora, las hadas también pueden proteger tus sueños. Pero, a cambio, tienes que hacer que nunca queden en el olvido.
¿Trato hecho?